Mini Candy Bar

domingo, 24 de octubre de 2010

Mi buena amiga Miss Owl...y si quedamos con tu buen amigo Pablo y le pedidmos que nos lo explique, a ser posible, sin anestesiarnos con la historia?



DE CUANDO ME LIBRÉ DE DECIR: "...UY, ESTO NO ES LO QUE PARECE"



En alguna de las anteriores entregas hice ya referencia a mis padres, matrimonio de mediana edad, con un montón de amigos y siempre serviciales para con todo el mundo.

Pues hace muchos años, unos vecinos y amigos que vivían puerta con puerta, se fueron de viaje y, dejaron a su hija al cargo de mis padres. Ella tenía mi misma edad y, pasábamos mucho tiempo juntas, veraneábamos en el mismo sitio, teníamos pandilla común… por lo que para nosotras fue una auténtica fiesta.

El plan era perfecto. El día lo pasábamos en su casa, haciendo las chorradas que hacían entonces las niñas de 15 años… nos maquillábamos a escondidas, llamábamos por teléfono a los niños que nos gustaban y colgábamos porque nos daba vergüenza… lo típico a esa edad. Y después, a la hora de comer, de cenar y de dormir, nos íbamos a mi casa.

Pues uno de esos días, se nos unió un amigo, Pablo. Alquilamos un peli y, estábamos los tres muertos de risa viendo Tiburón, no me acuerdo si la uno, la dos o la tres. El hecho es que estábamos enfrascados en el momento más tenso de la película cuando mi padre llamó al timbre: "Niñas, a comer!". Del susto tan grande que se llevó Pablo y, al recordar que mi padre tenía bigote y graduación de Coronel, no se le ocurrió otra cosa que esconderse debajo de la mesa camilla que presidía la salita de estar.




Al encontrarnos ante semejante tesitura, Tere y yo nos miramos…sentimos a la vez, un poco de risa y un poco de miedo… ¿Cómo íbamos a explicar esto?

- Niñas, que hacéis?.
Nada, papi, estamos viendo Tiburón, ahora vamos.
- Mmm Tiburón? Ah si, me encanta, ahora es cuando el jefe de policia intenta que muerda el cable para electrocutarlo…
Y va y toma asiento…

Pablo agazapado debajo de la mesa camilla, Tere y yo calladas, mirándonos de reojo, ella intentando aguantar la risa y yo, con más preocupación porque el que estaba allí sentado, era mi padre, más bien sentía ganas de salir corriendo. Creo que en ese momento lo estaba pasando peor que Roy Scheider, el jefe de policía protagonista, mientras intentaba salvar a su hija de las mandíbulas asesinas del escualo.



Y así las cosas, mientras se podía cortar el aire, de repente dice mi padre:
-Vamos, vamos que mamá nos está esperando para comer. Luego terminamos de verla.!

Nos levantamos, cogimos las llaves y, dejamos al pobre Pablo escondido debajo de la mesa y, sin poder salir de la casa porque la cerramos con llave, por orden expresa de mi padre.

¿Os imagináis la comida que tuvimos? Que si jijijij que si jajaja… Los mayores pensando en el pavo tan grande que teníamos a esa edad y, nosotras pensando en el “pavo” que teníamos escondido debajo de una mesa camilla…





De eso hace ya más de 20 años y, me sigo tronchando de risa cuando lo recuerdo, que son muchas veces, sobre todo cuando hablo con él. Aún no he entendido la reacción que tuvo, meterse debajo de la mesa… pero en su descargo tengo que decir que hoy es un afamado anestesiólogo, que anda por la vida con la cabeza muy alta y sin esconderse.
Creo que es la anécdota más divertida que me ha pasado en la vida… y creo que es porque al final no tuve que decir eso de:

“Uy papá, esto no es lo que parece…! .


Miss Owl

3 comentarios:

  1. Me encanta a historia! Me pregunto si es verídica, y si es así.... yo quiero conocer al protagonista!

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  2. Todo lo que cuenta Miss Owl es verdad de la buena......

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  3. Queridas, prometo que la historia es totalmente verídica, sucedió hace mas o menos 22 años, a mi en primera persona. De todas formas, creo que mi amigo estaria encantada de reconocerlo y conocerte. Se me ocurre que podemos pedirle que escriba su réplica y la publicamos... :)
    Miss Owl

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