Mini Candy Bar

domingo, 17 de octubre de 2010

Terrones Nocturnos


Ay Miss Owl, después de leer esto y viendo el cariz que están tomando tus historias y, que te remontas a épocas juveniles, lo próximo espero que sea la historia de la loncha de jamón de York, además, es muy british!


… DE CUANDO ME CREÍ LA PERSONA MÁS IMPORTANTE DEL MUNDO…

Mi querida amiga Rebeca me ha dicho ya en varias ocasiones que el subconsciente me traiciona muchas veces y, tiene toda la razón del mundo… y mi gran amigo Pablo, dice siempre que tengo fatal el ELLO, que debe ser algo así como el subconsciente pero dicho el términos puristas, pues se dedica a la medicina.

El caso es que una quiere pensar que todas esas confusiones que tantas veces le han dejado en evidencia se debían a ser poseedora de una agilidad mental extraordinaria y, parece que no, que la cuestión puede proceder de un defectillo más o menos serio, pero un problema en sí, del ELLO, como diría Pablo.

De todo esto saco una conclusión, el ELLO lo tendré fatal, pero de lo que ando sobrada es de EGO y, la verdad no era consciente de “ello”. Pero hilando, ego, con optimismo y, con el reflejo de la lluvia en la ventana, me ha venido a la cabeza la vez que me creí ser la persona más importante del mundo.

Recuerdo una gran tormenta que arreció en Vigo hace algunos años. Bastantes años, quiero aclarar. Vivía entonces con mis padres, un matrimonio de mediana edad, con muchos amigos y encantados de recibir gente en casa.



Pongámonos en situación: noche cerrada, tormenta espantosa en el exterior. Yo metidita en la cama y oyendo el atronador sonido de los relámpagos. Como había visita en casa, descarté llamar a mi madre para que me tranquilizara. De repente, un rayo fortísimo cayó en el patio de luces, e hizo un vacío tan grande que abrió las hojas de la ventana de mi habitación, al mismo tiempo que se iluminaba todo. Yo, con mi referida agilidad mental y el optimismo que me caracteriza, en cero coma dos milésimas de segundos, ¿saben lo que pensé? Pues que nada más y nada menos iba a ser testigo de una "Aparición", como los niños de Fátima o Santa Teresa de Jesús, por lo menos.



Fíjense que optimismo tan extraordinario. Yo, adolescente en edad del pavo, que en vez de asustarse con un trueno, no piensa en otra cosa que en ser la elegida… Ahora veo claramente la diferencia entre el ELLO y el EGO, o entre el subconsciente y el "inconsciente", como diría mi padre.

Miss Owl















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