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jueves, 3 de marzo de 2011

Estanterías para las Lecturas

Otra vez jueves... ¿pero que pocos días tienen las semanas últimamente? Me parece que del domingo, de un salto sin pértiga vuelvo a caer en un jueves de recomendaciones... A este paso tendré que recomendar libros casi sin leerlos... y este no es el espíritu que queremos tener. Todo lo que recomendamos o hacemos, es precisamente porque estamos convencidos de ello.

Antes de meterme en harina, quiero anunciaros que el próximo jueves, la recomendación será un relato corto, escrito por un jovencísimo gallego, que ha quedado entre los tres primeros, de entre mas de 400 relatos, en un certamen literario. Tengo que deciros que pese a que solamente tiene 12 páginas, es increíblemente intenso, de una maravillosa narración;  pero no voy a daros más pistas, hasta las próximas Estanterías para las lecturas.

Hoy, primer jueves de marzo, me he levantado romántica, alegre y con ganas de animaros a la incursión de una novela típica de la literatura latinoamericana. Seguro que os encanta. Se trata de "Tan veloz como el deseo", de Laura Esquivel. Esta autora  interpreta como nadie  el Realismo mágico, tan propio de la literatura sudamericana del pasado siglo, que se trata de que la noción de la realidad, tal como la apreciamos cotidianamente se ve quebrada y puesta en duda por elementos fantásticos ,que se mezclan en las situaciones aceptadas como reales. De hecho, seguro que todos habeis leído su más famosa novela "Como agua para chocolate".







Os doy la pista:

Laura Esquivel nos brinda un hermoso relato ambientado en México, a principios del siglo XX, con posterioridad a la Revolución Mexicana: la historia de Júbilo, un hombre que nació con el don de la alegría y la capacidad de los verdaderos sentimientos de las personas no expresados en palabras. Desde el punto de vista de Júbilo -el último de doce hermanos de una familia humilde- se convierte en el intérprete entre su abuela de origen maya y su madre de origen español. A caballo entre dos culturas, sirve de lazo entre estas dos mujeres irreconciliables, proporcionando su entendimiento mediante una adaptación muy libre de sus palabras. Júbilo ha descubierto el poder de las palabras, tan grande como el del deseo, y ello determinará que elija convertirse en telegrafista para poder seguir traduciendo e interpretando a su antojo. Su profesión, así como su bondadoso y jovial carácter, le llevan a convertirse de nuevo en mediador entre enamorados y enemigos. Sin embargo, su mayor don iba a convertirse en su peor desgracia....
 
Espero haberos contagiado mi estado romántico, alegre y animoso.
 
 
Miss Owl

1 comentario:

  1. Rebeca, me has contagiado!!! tengo ganas de pillar un libro que me enganche antes de ir a dormir.. a ver si lo consigo.
    Un beso
    Mar

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