Mini Candy Bar

domingo, 1 de mayo de 2011

Terrones Nocturnos

Querida Lisa, si yo fuera un señor Notario podría decir eso de "Doy fe" que tu madre es especial, y no solo para tí. Tengo muy claro que ella es la portadora del gen gamberro que a veces te posee, y nos hace reir con las historias que nos cuentas cada domingo. De tal palo... tal astilla.



Madre no hay que una... y la mía es irrepetibe!


Debido a que hoy es el primer domingo de Mayo, Día de la madre, dedicaremos este Terrón Nocturno a la mía, que como todas las madres, es la mejor del mundo.

Mi madre es una de esas madres abnegadas. Se casó con 19 años y se fue a vivir al otro extremo del país con su recién estrenado marido. El, un capitán de Infntería de Marina, se pasaba los días de maniobras fuera de casa, y ella intentaba adaptarse a las costumbres de su nueva residencia.

Os contaré que antes de casarse vivía en un pueblecito costero de Galicia, y una vez terminaron la luna de miel, cogieron rumbo a San Fernando, Cádiz. Ella siempre cuenta que era todo muy diferente. La gente, las costumbres, todo. Un día le preguntó a una vecina donde se tendía la ropa despues de lavarla, pues en las ventanas de casa no había cuerdas ni nada parecido. La vecina le djo:
- Pero quilla! La ropa se sube a la "asotea" y se "zujeta" con arfilere...(entiéndase transcripción sonora).


Mi madre, que tenía muy metido en la cabeza, aquello de "allí donde fueres, haz lo que vieres", se subió con la colada y la caja de la costura. Procedió. Colgó su primera colada. Y allí mismo perdió parte de su ajuar. El viento del levante no respetó los "alfilere". Con el tiempo entendió que cuando la vecina le habló de "alfilere" se refería a las pinzas de toda la vida.

Otra vez, necesitaba una farmacia de guardia, y un vecino le informó que debia ir al Barrio del "Zaporito". Dos manzanas mas abajo, y una cuadra a la izquierda. Nada. No hubo manera de encontar el dichoso barrio. Normal. Cuando aquel hombre le dió la dirección, en realidad, lo que quería decir era el Barrio de San Hipólito... Era todo muy difícil.

Nos cuenta también, cuanto miedo pasaba en las noches que mi padre estaba de maniobras (supongo que mas que nada era soledad), hasta que ella y  otras  mujeres de marinos, encontraron la solución. Se reunían a dormir en casa de una. Llevaban en el carro de la compra un juego de sábanas, una almoada y una manta. Claro, antes, cuando te casabas no iniciabas la vida en común con la casa montada como ahora. Antes ibas comprado las cosas poco a poco. Eso si, te juntabas con un montón de juegos de whisky de cristal tallado, y bandejas de plata que te regalaban por la boda.

Pero siguiendo con sus características, siempre fue una madre complaciente. Siempre recuerdo este tipo de conversaciones:
- Mami, ¿que queso me has puesto?
- estooo... ¿como se llama ese que es tan rico y que te gusta tanto?
- García baquero
- pues es ese, precisamente.
Estoy segura que si le hubiera dado cuaquier otra marca comercial, también habría acertado.


Otra forma de complacernos era hacer para las meriendas dulce de leche. Eso lo he aprendido ya de mayor. De hecho, cuando era pequeña y el bocadillo era de dulce de leche, me entristecía. Pensaba que éramos pobres y no nos podíamos permitir la nocilla que tomaban el resto de los niños. Os cuento. Me encantaba la nocilla, pero mi madre nunca nos la compraba. Ella decía que a saber que llevaba la nocilla. Con lo fácil que era: ¡ leche!, ¡ cacao!, ¡ avellanas! y ¡ azúcar! Pues no, ella nos preparaba una especie de nocilla casera, con un color blancurrio, que, aunque estaba muy rica, no era nocilla. Una vez confesé lo que me hacía sentir. Casi mueren de la risa. Cosas que a una le pasan por la cabeza cuando eres pequeña.

También ha sido y es una madre protectora. Aun ahora, si salen con sus amigos de vinos, siempre acaba diciendo:
- Bueno, nosotros nos tenemos que ir, que tengo que hacer unas croquetas y una empanadita a los niños. Los niños somos mis hermanos y yo, de los que el más pequeño tiene 34 años... pero le encanta que vayamos a cenar nosotros y nuestros respectivos... Aunque estoy covencida de que sus amigos piensan que somos unos inútiles explotadores maternos.




Pero sobre todo, la mia es una madre divertida. Le encanta hacer el payaso. Si llamas al telefonillo para que te abra, dice que no conoce a ninguna Lisa. Si te abre la puerta con unas gafas que llevan pegadas una gran nariz y un bigote, reza por que no vaya contigo alguien de fuera... O que si tienes un árbol en el jardín te cuelga toda clase de frutas en sus ramas para cofundirte...


 También es una madre musical. Le encanta tocar el órgano que tiene en casa, y mi hermano Peter la acompaña con la guitarra... Pueden pasarse una tarde entera tocando y cantando por Maria Dolores Pradera, Amancio Prada, o Mocedades.¿OS acordais de la Kelly Famiy? Pues igual. Es un sin parar.


 

Todas esas son la cosas que le gusta hacer a mi madre, y que a nosotros nos gusta que haga!

Miss Owl.

1 comentario:

  1. Sin duda tu madre es una mina de post!!!!
    Por cierto no sé si ya te lo he dicho pero tengo sorteo!!

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